Iglesia de San Juan Bautista de Amancaes

Zona: Rimac ( Urb. Pampas de Amancaes )

Fecha de Fundación: s. XVI

Estilo: Barroco.


Cuenta la tradición que el 2 de Febrero de 1582, una niña indígena llamada Rosario, encontró en Amancaes a un viajero que le entregó una carta dirigida al prior de los dominicos, encargándole edificar un templo en el lugar donde se encuentre grabada la imagen de Jesucristo. Cuando el prior se acercó a Amancaes presidiendo una romería, encontró la imagen de Jesucristo en una roca, imagen que la niña reconoció como el rostro del viajero que le había entregado la carta.
Hasta Amancaes llegaba San Martín de Porras (quién en su juventud vivió con su madre en el Rímac), para dedicarse a la oración y sembrar árboles frutales para los pobres de la localidad.
En el siglo XVIII fue el sitio preferido por algunos virreyes como Melchor de Navarra y Rocafull, Duque de la Palata, quién organizaba eventos de caza de venados y palomas con perros y halcones, y que terminaban en meriendas con música al aire libre.
Sin embargo, la Fiesta de Amancaes se realizaba desde el siglo XVI, cada 24 de Junio, Día de San Juan Bautista, celebración que en Europa se asociaba a rituales de siembra y cosecha. En Amancaes se paseaba la imagen de San Juan Bautista en andas, culminando en grandes comidas y bailes, siendo un evento que reunía a todas las clases sociales de Lima, que acudían a pié, en carretas y a caballo. Cuando regresaban a Lima, los grupos lucían en sus sombreros, trajes, caballos y carros, la famosa Flor de Amancaes. Precisamente, la canción José Antonio de nuestra recordada Isabel Chabuca Granda, evoca la fiesta en tiempos modernos, relatando como un jinete con poncho y sombrero de jipi japa, viene desde Barranco a participar de la fiesta. La canción evoca también a la fina garúa de Junio y a los Amancaes adornando el sombrero del chalán.
Hacia 1927, cuando la fiesta se había extinguido, el séptimo Alcalde del Rímac, Don Juan Ríos Alvarado decidió revivirla con concursos de caballos de paso, presentaciones de grupos de danza y música criollos y andinos. A estos eventos, organizados por la Municipalidad Distrital del Rímac, el invitado especial era Don Augusto B. Leguía, Presidente del Perú, quien en ese momento se encontraba en la cúspide de su carrera política. Con la presencia de altas autoridades y con un programa establecido, se daba a la fiesta, un carácter oficial.




En el actual distrito del Rímac se encuentra la pampa de Amancaes. Este lugar es una llanura elevada rodeada de cerros desde dónde antiguamente podía verse todo el valle de Lima, en días despejados era posible divisar el mar.
Amancaes recibe su nombre de una flor amarilla que existió en este lugar, el amancae (Hymenocallis amancaaes) que aparecía en estas pampas durante los meses de junio y agosto.
Amancaes fue un lugar de peregrinación desde la época colonial, aquí ocurrió un famoso milagro. 
Y también en ese lugar se realizaban grandes jaranas con guitarra y cajón, dónde se bailaba la zamacueca. Amancaes era un gran festival gastronómico donde abundaba la chicha, el aguardiente de pisco y una gran variedad de comidas. Nunca faltaban la pachamanca, anticuchos, cau-cau, frejoles, butifarras, arroz con pato, papa a la huancaína, olluquitos, seviche y escabeche.
Los diestros jinetes llegaban a Amancaes con sus finos caballos de paso. La gente del pueblo iba a rezar a la capilla de Amancaes donde había una imagen del Cristo crucificado.
A fines del siglo XIX la fiesta de San Juan fue decayendo. En el siglo XX las autoridades municipales impulsaron su recuperación. Durante el oncenio de Augusto B. Leguía (1919-1930) esta fiesta fue impulsada por el gobierno para convertirlo en un lugar donde se representara la cultura peruana dentro del proyecto de la Patria Nueva.
A la caída del régimen de Leguía, el festival de Amancaes dejó de contar con el apoyo del gobierno. La fiesta se mantuvo, pero los asistentes fueron disminuyendo con el transcurso de los años. Las últimas fiestas de Amancaes se realizaron a fines de la década de 1950, época en que las flores de la pampa se fueron extinguiendo y en su lugar aparecieron las barriadas del Rímac.
Antiguamente la parroquia era así :


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